Nuestros antepasados americanos escribieron la historia más larga de nuestro continente. Crearon áreas culturales y grandes civilizaciones que se desarrollaron aisladas del resto del mundo conocido. Las tres mayores civilizaciones americanas, como los mayas, los aztecas y los incas; tuvieron elementos culturales comunes, como la adoración al Sol, el cultivo del maíz y la formación de grandes complejos urbanos.
A continuación lee el siguiente resumen sobre estas culturas y coméntalas con tus padres y luego, desarrolla el cuestionario que va a continuación.
Ruinas Mayas
LAS CIVILIZACIONES PRECOLOMBINAS
Los primeros habitantes que poblaron nuestro continente llagaron hace más de 40.000 años. Estos provenían de Asia y cruzaban a través del puente de Beringia, formado durante la última glaciación. A ellos se sumarían, años más tarde, nuevas oleadas de seres humanos que llegarían desde Australia y la Polinesia por nuevas rutas marítimas y aprovechando el puente antártico.
Estos primeros habitantes evolucionaron de forma diferente a lo largo del tiempo y el espacio, dando origen a más de 9 áreas culturales. En función de los cambios experimentados a lo largo del tiempo, la historia de la América precolombina puede dividirse en cinco grandes períodos. En los dos primeros, el paleoindio y el arcaico, prevalece la caza y la recolección como principales actividades económicas, aunque en el segundo ya se detectan algunos intentos de domesticación de cultivos y animales.
Luego, en el período formativo y con mayor fuerza desde los inicios del período clásico (a partir del año 0), se desarrollaron con fuerza las labores agrícolas, lo que dio inicio a los primeros intentos de sedentarización, con la construcción de viviendas y la alfarería.
Finalmente, durante el período post- clásico surgieron verdaderos imperios que organizaron complejos sistemas de gobierno y dominación que giraban en torno a grandes ciudades con una arquitectura monumental de carácter político o religioso. Así sucedió sólo en el caso de los mayas, de los aztecas y de los incas, pues estos fueron los únicos pueblos de América que alcanzaron a llegar hasta esta última etapa.
Los mayas, ocuparon el sur de Mesoamérica y desarrollaron una agricultura extensiva basada principalmente en el cultivo del maíz. También practicaron la caza y la pesca, que en su conjunto les permitieron organizaron un activo comercio entre las distintas ciudades mayas que gozaban de cierta autonomía en el ámbito político y militar. Al mismo tiempo, su fuerte impronta religiosa, quedó de manifiesto en los inmensos centros ceremoniales provistos de grandes obras de arquitectura monumental como lo son Chichen -Itzá, Mazapán, Tikal y Palenque. Otras expresiones de su desarrollo se encuentran en la escultura en piedra y la pintura, que se destaca por su amplia variedad de brillantes colores de origen vegetal y mineral.
Los aztecas, por su parte, se ubicaron en el norte de Mesoamérica, actual territorio mexicano. Allí fundaron la ciudad de Tenochtitlán en medio de un gran lago, donde desarrollaron las famosas chinampas, especies de islas flotantes que utilizaron para cultivar maíz tomate, porotos y ají, entre otros productos agrícolas. Junto con la caza y el desarrollo de la alfarería permitió el desarrollo de una importante actividad comercial que posibilitó la extensión de su influencia por sobre el resto del territorio mexicano, pronto sometido militarmente. Todo esto originó un poderoso imperio, gobernado por un rey que detentaba el poder religioso, militar y político.
Finalmente, y al interior del continente sudamericano, encontramos en la región andina, a los incas, quienes crearon un vasto imperio llamado Tahuantisuyo. Este Imperio era gobernado por el Sapa Inca quien concentraba el poder político, militar y religioso.
Fundamentalmente, los incas destacaron por las obras de ingeniería y el sofisticado sistema agrícola que fueron capaces de idear, además del complejo sistema de organización económica, basado en los principios de reciprocidad y redistribución.
Todos estos pueblos desarrollaron complejos sistemas de creencias religiosas, que influían poderosamente en las decisiones y destinos de sus sociedades. Por lo demás, lograron un notable desarrollo tecnológico y económico pese a las dificultades de sus respectivos ecosistemas.
Fuente: Sociedad 5. Proyecto Ecosfera
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